Adelante Reunificacionistas de Puerto Rico y España

Como están en Puerto Rico: El Liberal (1903)

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PERIÓDICO EL LIBERAL:
Palma de Mallorca, Lunes 30 de noviembre de 1903

No recibimos un correo que no nos traiga desconsoladoras noticias de Puerto Rico. Ayer por un periodista yanqui, redactor de uno de los más importantes periódicos de Nueva York, era el que pintaba con los más negros colores, la situación de aquella preciosa isla, tan próspera y tan contenta en los tiempos de España y hoy arruinada por completo.

Los ricos de antes son hoy pobres y los pobres, se mueren de hambre, al decir del periodista americano.

Hoy recibimos el periódico La Democracia de Puerto Rico, y en él se publica un artículo que completa ese cuadro de tristeza que ha pintado la pluma yanqui.

Véase lo que dice :

<<En los tiempos de España los municipios eran autónomos, los contribuyentes imponian las cuotas que debian satisfacer, teníamos sufragio…

La libertad civil nos iluminaba con sus potentes focos, sin que la libertad política trajera el libertinaje y la opresión.

Los delegados a la Cámara Insular, los ministros y los empleados, con muy contadas excepciones, eran puertorriqueños.

El predominio de los nativos era innegable.

La patria era nuestra.

Nosotros administrábamos y legislábamos. La ley Moret nos hacía hombres libres, nos dignificaba, nos  engrandecía.

Teníamos la responsabilidad de nuestros actos  sólo ante los Tribunales de Justicia y teníamos libertad.

Podiamos dar impulso a las nacientes industrias, velar con celo por la salvación de nuestros productos. Teníamos voz y voto para las resoluciones de los arduos problemas nacionales en el Congreso de Madrid.

Hoy tenemos la ley Foraker, cuerda de acero que nos ata, una Cámara puertorriqueña con facultades limitadísimas, perfectamente inútil porque ha menester que sus resoluciones obtengan la sanción del Consejo ejecutivo y… en el Consejo ejecutivo resuelve y manda la mayoría de consejeros americanos, que presididos por el gobernador, son los legisladores, los administradores y los amos.

Hoy tenemos el Bill Hollander, que es la maza de hierro que aplasta las industrias del país, que hace tasar las fincas , por conducto de los tasadores, que no conocen, que no han visto nunca las tierras que valoran, o cuya valoración aumentan; que hace rematar las propiedades por el valor -lean bien los que aplauden la tiranía- por el valor de las contribuciones; que toman la base del capital para fijar las cuotas, cuando las tierras del café nada producen y las tierras del tabaco solo ofrecen en estos días de «prosperidad asombrosa», resultados negativos.

Hoy tenemos que los Ayuntamientos, sin atribuciones y sin recursos, organismos inútiles, pueden sólo ver como pueblos ayer florecientes, hoy son pobres aldeas, sobre las que soplan los fríos aires de la muerte.

Tenemos que el Consejo ejecutivo ha de aprobar las tarifas para que estas adquieran legalidad, que el Secretario de Puerto Rico ha de sancionar los acuerdos en que se disponga la venta o arrendamiento de bienes municipales; que los ayuntamientos no fijan el cupo de la contribución territorial, y que deben de satisfacer de sus pobres recursos del 15  al  25 por 100 para  fondos escolares y el 25 por 100 para fondos de caminos, que dichas corporaciones solo pueden crear los impuestos autorizados por la ley de municipalidades, y que no pueden salvar a los Municipios de la bancarrota que los amenaza, de la ruina que los acecha, de la desgracia que los hiere sin piedad.

Tenemos que los ministros, los ministros que tienen facultades omnímodas son americanos; que los hombres de la Cámara sin atribuciones, sin poder alguno, son puertorriqueños. Pasan los ¨bills¨ que quieren aceptar los consejeros continentales. Fue ahogado el ¨bill del empréstito, que era de los nativos, fue el ¨bill¨ de las contribuciones, que era de los americanos.

Tenemos que el sufragio es mentira, que la libertad es mentira, que el derecho es mentira, que solo existen la centralización y la opresión, que sólo priva la voluntad de los hombres del Norte que vienen a Puerto Rico a ser emperadores representando a la República.

¡La República! Nos arrebata el tesoro que supo legarnos la Monarquía.

Para nosotros, para los infelices puertorriqueños condenados a soportar el yugo, la luz es la sombra, la sombra es luz, la República es la Monarquía porque nos trae la centralización, y la Monarquía fue la República porque nos dió la libertad.

¡Oh, Washington!  tu carta luminosa no nos trae aún tus bendiciones.

¡Oh, Lincoln! hijos tuyos unen en Borinquen los eslabones de las cadenas que tu supiste romper con tu espada de fuego, y con el fuego de tus ideas redentoras.»

NOTA: El autor debe de ser un masón republicano puertorriqueño desengañado.

El Liberal: Periódico de Información y Noticias (1903)

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#Reunificacionistas #Adelante #PRexit
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