La Involución Hispanoamericana: Capítulo 40/40
Conclusiones finales de la tesis:
1. La finalidad de Gran Bretaña era separarnos definitivamente de España y constituirnos en factorías y territorios tributarios del capital anglosajón y de su comercio. Ese era el propósito por el cual se separaba a las provincias americanas de España bajo la forma de una independencia formal, sin ningún poder propio. Insistimos en esta reiteración para terminar con una leyenda de independencia que ya lleva dos siglos.
2. Como hemos visto, la insurrección de las provincias de Sur América no era obra de los pueblos hispanoamericanos, sino de los comerciantes que actuaban con las armas que les proporcionaba Inglaterra. La guerra era de intereses mercantiles, y no del ideario y pensamiento de los pueblos hispanoamericanos. Por eso hoy, en las tres primeras décadas del siglo XXI, estamos como estamos: subdesarrollados, sin industrias, sin tecnología y sin ciencia; con una desocupación altísima; con pobreza y miseria. Todo esto ha sido ocasionado por la deuda externa apócrifa con la cual los gobiernos cipayos (de facto o electorales) nos mantienen en una sociedad atrozmente injusta, económicamente esclava y políticamente dependiente y desquiciada.
3. Como hemos visto, los insurgentes de Hispanoamérica actuaban inducidos por Gran Bretaña y a favor de sus planes de 1711 y de 1804, y de sus intereses económicos para los cuales la conquista económica encubierta de Hispanoamérica es, y sigue siendo, imprescindible para mantener a Gran Bretaña como potencia mundial. En la propia península instigó a delegados de los ejércitos que España alistaba en Cádiz para reconquistar las provincias de América, para que éstos se sublevaran y la expedición no pudiera concretarse. Así ocurrió en 1820 con la sublevación del General Rafael de Riego, instrumento y luego víctima de Gran Bretaña (el gran peligro para la ejecución de los planes británicos de 1711 y de 1804 para la conquista de la América Española, estaba en la gran armada que se alistaba en Cádiz). Esta expedición sufrió distintos sabotajes para que no pudiese zarpar, fue objeto de múltiples intrigas diplomáticas y finalmente fue desbaratada por la sublevación que de ella hizo el general Rafael Riego en 1820, que precipitó a las fuerzas expedicionarias de España en Cádiz en una guerra civil.
Como vemos, el plan de 1711 y el plan Maitland de 1804 en cuanto a que después de ocupado Chile se tomaría el Perú con la flota británica en el Pacífico, se cumplía con toda exactitud. Por razones internacionales, a los efectos de que no apareciera Gran Bretaña como agresora descubierta contra las provincias de Hispanoamérica, se hace aparecer a Cochrane con la denominación de “aventurero” (esto es que actuaba por iniciativa propia), y no con su título oficial de almirante (que actuaba en cumplimiento de instrucciones precisas de la Corona británica y de su gobierno).
4. Como hemos visto, los ejércitos que luchaban para separar las provincias de Hispanoamérica de las provincias de España, no estaban compuestos por voluntarios nativos hispanoamericanos con “voluntad de independizarse de España”, sino por mercenarios reclutados por Gran Bretaña. La orden dictada por ambas cámaras del Parlamento Británico, con el objeto de impedir el alistamiento de súbditos británicos al servicio extranjero (orden que había sido forzosa dictar ante las reclamaciones de España), determinó que los británicos gestionaran el reclutamiento de mercenarios con destino a Hispanoamérica, en Holanda y otros países. Todas las fuerzas rebeldes de Hispanoamérica tenían comandantes ingleses.
5. Metternich era el Ministro de Relaciones Exteriores de Austria. Fue el artífice de la paz europea posterior a las guerras napoleónicas, conseguida por un equilibrio de las fuerzas militares del continente, impuesto por los vencedores de Napoleón. La reincorporación de las provincias de Hispanoamérica a las provincias de España peninsular (reunificación del mundo hispánico inter atlántico) rompía el equilibrio de los países europeos diagramado por Metternich. Con la reunificación de Hispanoamérica y la Península, España hubiese vuelto a ser una potencia naval y el equilibrio europeo se habría roto en contra de Inglaterra.
6. Bolívar terminaría su campaña enfermo y vagabundo exclamando ¡He arado en el mar! Como es de ver, los métodos de los “libertadores” no coindicen con sus resultados. América exhibe el drama de su miseria y postración en el siglo XXI, que es resultado de su violenta secesión de España.
Fuente: https://es.slideshare.net/…/la-involucin…
Julio C. González, profesor de Estructura Económica: Universidad de Buenos Aires / Universidad Lomas de Zamora (República Argentina).
A Proposal for Humbling Spain: Una Propuesta para Humillar a España (1711)
South American Independence or Emancipation, the Glory and Interest of England (1807)
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