D. Julio Vizcarrondo Escritor Puertorriqueño y Diputado por Ponce. Nació en San Juan de Puerto Rico en 1829. Fallece en Madrid, el 22 de Julio de último. Retrato: La Ilustración Española y Americana. Año XXXIII. Núm. 39. Madrid, 22 de octubre de 1889: 236

Julio Vizcarrondo y Coronado nació en San Juan (Carolina antes de ser municipio), en la Capitanía General de Puerto Rico, bajo el Reino de España, en 1829, y falleció en Madrid, España, en 1889. Fue un destacado político, filántropo y publicista puertorriqueño-español, además de ser uno de los más importantes abolicionistas de su tiempo. Se desempeñó como Diputado Autonomista al Congreso de los Diputados en Madrid por la provincia de Puerto Rico, en varias legislaturas, y fue el fundador de la Sociedad Abolicionista Española. También se convirtió al anglicanismo.

Escuela Vocacional Julio Vizcarrondo y Coronado, Carolina, Puerto Rico

Trayectoria:

Convencido del autonomismo, Vizcarrondo fue uno de los principales abolicionistas de Puerto Rico y un firme defensor del derecho de autodeterminación de la Isla. Su lucha por la autonomía, un concepto entonces novedoso y mal visto, es actualmente reconocida como un ejercicio legítimo de autodeterminación conforme al derecho internacional. Abogado de profesión, fue una figura destacada entre los legalistas de España en el siglo XIX. Junto a figuras como Baldorioty, es considerado una de las personalidades más sobresalientes en la historia política de Puerto Rico, un prócer autonomista y españolista, no independentista.

Vizcarrondo provenía de una familia de hacendados con profunda tradición en Puerto Rico, un Puerto Rico que mantenía fuertes lazos con España. Su padre, Bonifacio Vizcarrondo Ortiz de Zárate, al igual que otros hacendados de origen puertorriqueño, cubano o peninsular, era esclavista. Esta circunstancia explica las dificultades que enfrentó en su lucha por la justicia social. Aunque la esclavitud era un mal ampliamente condenado en el mundo, su abolición se retrasó en Puerto Rico debido a los intereses de los hacendados cubanos y catalanes, así como a las presiones de los Estados Unidos, que buscaron adquirir Cuba y Puerto Rico.

De joven, Vizcarrondo realizó sus estudios superiores en Madrid y París, tras haber iniciado su formación en Puerto Rico en el Museo de la Juventud y en la escuela privada de José María Bobadilla, donde desarrolló su interés por la literatura.

Lucha por la abolición:

En 1886,  Vizcarrondo fue elegido diputado a Cortes por el distrito puertorriqueño de Ponce con un 56%.  Como Diputado por el distrito de Ponce, en las Cortes de Madrid entre 1886 y 1889, Vizcarrondo promovió la autonomía de Puerto Rico y apoyó la abolición de la esclavitud. Durante su vida, presenció la liberación de los esclavos tanto en Puerto Rico (1870) como en Cuba (1886). Además, fundó varias instituciones filantrópicas, como el Hospital de los Amigos de los Pobres y la Sociedad Protectora de los Niños en Madrid (La Fundación Sociedad Protectora de los Niños nace en 1878 de la mano de Julio Vizcarrondo y Coronado y Cristóbal Colón de la Cerda) que sigue desarrollando una labor en beneficio de los niños desfavorecidos.

Vizcarrondo dedicó todos sus recursos, tanto humanos como económicos, a la causa abolicionista. Su activismo lo llevó a enfrentarse con la Iglesia Católica, que aún no había condenado la esclavitud, y adoptó el anglicanismo. En 1850, debido a su campaña, fue exiliado a Estados Unidos, un país esclavista en ese momento. En ese país, liberó a los esclavos de su hacienda en Puerto Rico y se trasladó a Madrid, donde se relacionó con los sectores progresistas de la sociedad española. En Madrid publicó la Revista Hispano-Americana, que salió con continuidad entre 1864 y 1867. Asiduo del Ateneo madrileño, no tardó en ganar a Emilio Castelar, Laureano Figuerola, Salustiano Olózaga, Juan Valera, Fermín Caballero, Práxedes Mateo Sagasta, Segismundo Moret, Manuel Becerra y Nicolás Salmerón, entre otras relevantes figuras de la intelectualidad del momento, así como a varios prominentes antillanos residentes en la capital (Baldorioty, Acosta, Sanroma…) para la causa antiesclavista.

El 2 de abril de 1865 fundó la Sociedad Abolicionista Española y, pocos meses después, el periódico El Abolicionista, que fue clausurado en 1866. Estuvo entre los impulsores de la Revolución «Gloriosa» de 1868, y el 24 de enero de 1869, como presidente del Comité Central de la Unión Evangélica Española, consiguió la licencia para celebrar culto protestante en Madrid. Su lucha fue crucial para la aprobación de la Ley Moret de 1870, que declaraba la libertad de los hijos de las esclavas, y para la abolición total de la esclavitud en Puerto Rico en 1873.

A lo largo de la Restauración, continuó defendiendo la abolición y logró que, entre 1880 y 1886, la esclavitud se eliminara parcialmente con un Patronato, y finalmente se aboliera por completo. Con la disolución de la Sociedad Abolicionista en 1888, su activismo había logrado avances significativos en la erradicación de la esclavitud.

Compromiso y legado:

Vizcarrondo fue un hombre de acción y, al morir su padre en 1860, liberó a los esclavos de su hacienda en Carolina, Puerto Rico, como acto de coherencia con su lucha por la abolición. Además, fundó en 1857 el diario El Mercurio, en defensa de los intereses económicos de la isla. También emprendió proyectos públicos, como la canalización de la laguna de Piñones, y patrocinó la fundación en 1861 de la Casa de Caridad y Oficios de San Ildefonso, una institución dedicada a la educación gratuita de niños y niñas sin recursos.

En su faceta pedagógica, Vizcarrondo escribió varios manuales como el Silabario de los niños puertorriqueños (1862), Elementos de historia y geografía de la Isla de Puerto Rico (1863), Tratado de aritmética (1863) y Cuentas hechas (1863), este último sobre el comercio de la isla. Además, compiló el Segundo Cancionero del Boriquén (1858). Sin embargo, sus gestiones y su activismo no fueron bien recibidos por los sectores conservadores de Puerto Rico, que lograron que el gobernador lo desterrara a España en 1863.

En la Península, Vizcarrondo fy se convirtió en uno de los más destacados legalistas de España en el siglo XIX. En 1869 fundó un bufete de abogados, que más tarde se llamó Vizcarrondo-Elzaburu (hoy el bufete Elzaburu, el más grande de España), fue también pionero en el ámbito de la propiedad industrial en España, fundando en 1865 la firma que, en 1880, se asociaría con su sobrino Francisco de Elzaburu. Esta firma se convertiría más tarde en uno de los más importantes en España y Europa. Además, fue uno de los fundadores de la Sociedad Nacional Democrática, un partido político que abogaba por un régimen autonómico para Cuba y Puerto Rico.

Sus descendientes relegarían al olvido a la otrora Provincia Autónoma de Puerto Rico de donde fuera originario su ilustre ancestro, por más de un siglo sometida a la esclavitud y sometimiento colonial, social, política, económica y hasta cultural impuesta por EEUU desde la invasión de 1898. El pueblo de Puerto Rico, también olvidaría sus hazañas y logros, cónsono con el plan de los invasores de borrar la memoria histórica del pueblo puertorriqueño para desarmarnos frente a la esclavitud colonial.

Bibliografía:

• R. M.ª de Labra, La abolición de la esclavitud en las Antillas españolas, Madrid, J. E. Morete Ed., 1869
• La experiencia abolicionista de Puerto Rico, Madrid, 1874
• Z. Ruiz García, Nuestros hombres de antaño, Mayagüez, 1920
• A. F. Corwin, Spain and the abolition of Slavery in Cuba, 1817-1886, Austin-Londres, The University of Texas Press, 1967
• J. J. Rivera Torres, Documentos históricos de la Iglesia Episcopal Portorriqueña, San Juan, 1983
• C. Navarro Azcúe, La abolición de la esclavitud negra en la legislación española, 1870-1886, Madrid, Cultura Hispánica, 1987