Los orígenes de nuestra Hispanidad

Hay quienes dicen que España todavía no existía cuando Cortés llegó a Tenochtitlan, o que no eran españoles; eran castellanos y aragoneses. Pues bien. España, como país, todavía no existía, sin embargo, si existía como región y se refería a la región ibérica.
¿Nunca se han cuestionado de dónde salió el nombre de Virreinato de Nueva España? Creado en 1520. ¿No les hizo pensar que para que hubiera una Nueva España era porque ya había una vieja España?
¿Por qué se llama a la primera isla descubierta en 1492 en el Nuevo Mundo “la española” (no “la castellana”), a pesar de ser Castilla la protagonista y a la tierra firme “Nueva España” (y no Nueva Castilla)?
España, «tierra abundante en conejos», deriva de Hispania, del fenicio i-spn-ya (en hebreo saphan) —término usado desde el segundo milenio antes de Cristo—. Procede de la fenicia «I-span-ya». Una civilización –la fenicia– heredera de muchas de las colonias mediterráneas griegas, que en torno al siglo V antes de Cristo ya se encontraba fuertemente asentada en la Península Ibérica. Posteriormente las colonias fenicias pasaron a ser controladas por Cartago.
Los romanos llamaron Hispania al conjunto de la Península Ibérica, término alternativo al nombre Iberia preferido por los autores griegos. Sin embargo, los historiados sostienen que la palabra es de procedencia fenicia y significa «tierra de metales».
Roma estuvo muchos siglos, con administración total del territorio y con una inmersión cultural total, nada que ver con los griegos. Llamando a esta península Hispania, e incluso los visigodos, que llegaron después, se llamaban así mismos Hispaniorum Rex. Los auxiliares de las legiones romanas eran llamados hispanos, no íberos.
La nomenclatura de íbero quedó para los pueblos autóctonos, del marcó meridional y mediterráneo, de cultura íbera… Pero con Roma dejó de usarse ese nombre y toda la península pasó a llamarse Hispania y sus habitantes hispanos.
Todos los reyes cristianos de la península, se denominaban primero Hispaniorum Rex y después rey de Portugal, Castilla, Aragón o de donde fueran. Jamás ibericum o similar.
El término Hispania, continuó empleándose en el periodo visigodo, hasta entonces usado geográficamente, también en política: “Tú eres, oh Hispania, sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos…” A fines del siglo VI, en el dominio visigodo, el rey Leovigildo, se proclamó rey de Gallaecia, Hispania y Narbonensis.
En el siglo VII, San Isidoro de Sevilla escribió la «madre España». En su obra Historia Gothorum, nombra a Suintila como el primer rey de Totius Spaniae, «toda España». El prólogo de la misma obra se titula: De laude Spaniae, «acerca de la alabanza a España».
Incluso durante la invasión musulmana, en la Alta Edad Media, el nombre de Spania o España se utilizó como اسبانيا, Isbāniyā. Al final del siglo XII, se generalizó entre musulmanes y cristianos el uso del nombre de España para referirse a los reinos de Granada, León, Castilla, Navarra y Aragón. A medida que avanza la Reconquista (entre la conquista omeya de Hispania en el año 711 y la caída del reino nazarí de Granada en 1492 ante los reinos cristianos en expansión), varios reyes se proclamaron príncipes de España.
Desde la expedición militar de Alfonso I de Aragón por Andalucía, en 1125, ya se utilizaba el término «reinando en España». Continuó tras la unión dinástica de Castilla y Aragón, con el matrimonio de Alfonso el Batallador con Urraca I de León, en que estos dos reinos adoptaron en su totalidad el nombre de España para referirse a ambos como «reinando en España» o «reinando en toda la tierra de cristianos y sarracenos de España».
En síntesis, “España” era denominada en la premodernidad como una región, la región ibérica. Tomó connotación nacional de un sólo país con la unión de los reinos de la península, a excepción de Lusitania, que se conocería como Portugal, “Puerto de la Galia”.
En 1580, año de la muerte de Camoes -el padre de las letras portuguesas-, se defendía a las universidades de Coimbra y Salamanca como “cabezas de Europa” (ver imagen “Europa Regina”), esto es, “castellanos y portugueses, todos somos españoles”, hispanos de herencia hispanorromana y visigoda (y celta, sueva, íbera, etc.).
Conclusión:

“Europa regina” (“Reina Europa”),1588.
Castellanos o aragoneses eran, entre otros, Reinos Hispanos. Los Hispanos llevaron la conquista y la increíble civilización resultante del crisol romano-judío-griego-cristiano-árabe a América.
Según Maeztu, Hispanidad es el ser común de los pueblos hispanos, con diversidad de razas, zonas geográficas y lenguas, pero con una historia fundamentalmente común y, sobre todo, con un destino permanente.
¡Vivan todos los pueblos de la Hispanidad unidos!
Originalmente publicado por: Juanjo Cortés y Mon Luca Aidan Badir.
Fuentes y Referencias:
- España y los españoles hace dos mil años (según la Geografía de Estrabón), de Antonio G.ª y Bellido (arqueólogo y catedrático de la Universidad de Madrid). Colección Austral de Espasa Calpe S.A., Madrid, 1945 (primera edición: 8-XI-1945).
- Itineraria hispana. Fuentes antiguas para el estudio de las vías romanas en la Península Ibérica, de José María Roldán Hervás. Anejo de Hispania Antiqua, Universidad de Valladolid, Universidad de Granada, Madrid. 1975.
- Las artes y los pueblos de la España primitiva, de José Camón Aznar (catedrático de la Universidad de Madrid. Editorial Espasa Calpe, S.A. Madrid, 1954
- Diccionario Espasa: Íberos, de José R. Pellón. Espasa Calpe S.A., Madrid, 2001
- Diccionario de los pueblos de Hispania. Julián Rubén Jiménez. Verbum. Madrid, 2020.
- Geografía histórica española, de Amando Melón, de la Real Sociedad Geográfica de Madrid y catedrático de Geografía de la Universidad de Valladolid y de Madrid. Editorial Voluntad, S.A., Tomo primero, Vol. I-Serie E. Madrid, 1928
- Historia de España y de la civilización española, de Rafael Altamira y Crevea, catedrático de la Universidad de Oviedo, de la R.A. de la Historia, de la Sociedad Geográfica de Lisboa y del Instituto de Coímbra.