La Involución Hispanoamericana: Capítulo 33/40
Agustín Iturbide proclamó el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, con los postulados de fraternidad entre españoles y mejicanos. Este plan quedó afianzado por las siguientes categorías jurídicas como ley básica de México:
1. Se declara la absoluta independencia de México.
2. Su gobierno será monárquico constitucional moderado.
3. Es religión de Estado la católica, sin tolerancia de ninguna otra.
4. Fernando VII y, en sus casos, los de su dinastía o de otra reinante en España serán los emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho y precaver los atentados funestos de la ambición.
5. El clero secular y regular conservará todos sus fueros y propiedades.
6. Todos los ramos del Estado y empleados públicos subsistirán como en el día, y sólo serán removidos y sustituidos los que se opongan a este plan por los que más se distingan en su adhesión, virtud y mérito (García Márquez, Gabriel, 1989, El general en su laberinto, Sudamericana, Buenos Aires, p. 144.).
Como se ve, México no se separa del imperio español, sigue formando parte de la comunidad de las Españas europeas y americanas.
Hay independencia dentro de la comunidad hispánica europea y americana. No se separan de ella para subordinarse al imperio británico en sus determinaciones económica y de política exterior, como lo hizo Buenos Aires y el resto de Hispanoamérica. Fue algo similar a lo que intentó Bolívar al convocar a los países de Hispanoamérica al Congreso Anfictiónico reunido en Panamá en 1826 (“El golpe mortal contra la integración de Hispanoamérica fue invitar a los Estados Unidos al Congreso de Panamá.” “Era como invitar al gato a la fiesta de los ratones.”).
En cuanto al tratado anglomexicano de 1825: en él se establecían «franquicias a favor de los buques y mercancías tanto mexicanos como de las repúblicas hispanoamericanas, reservándose también México, por un artículo secreto, el derecho de conceder ventajas al pabellón español cuando aquella potencia reconociese la independencia». Este tratado no fue ratificado por el gobierno británico. Canning rechazó rotundamente el tratado, especialmente las cláusulas a favor de las repúblicas hispanoamericanas y de España. Alegó, con sutileza típicamente británica, pero poniendo a la vez en descubierto la inmensa distancia que hubo entre el mexicano Lucas Alamán (que en enero de 1825 fue designado ministro de Relaciones Exteriores, inició un acercamiento con Gran Bretaña) y los declamatorios «libertadores» de la América del Sur, que ni Colombia, ni Buenos Aires hicieron excepción alguna a favor de México, de modo que éste no puede hacer excepciones a favor de ellos». Con un artilugio semejante descarta también la vinculación con España. Estas terribles palabras verdaderas actas lustrales de la constitución de unos territorios vasallos produjeron a la brevedad la caída de Alamán de su puesto, y ejercía de hecho un primer ministerio, y allanó la firma del tratado conforme las instrucciones de Canning. Así se estableció «…la reciprocidad donde no podía haberla. El reemplazante de Alamán, Sebastián Camacho, viajó en 1826 especialmente a Londres para ratificar el tratado.
Treinta años después los seguidores de Alamán intentaban aún reestablecer la unidad perdida. Méndez Reyes nos recuerda la existencia de unos «Proyectos de coalición de los Estados Hispanoamericanos» que fueron leídos y aprobados «…el 25 de febrero de 1856, en casa del Sr. Ministro de España», todo ello en Washington (Salvador Méndez Reyes en su trabajo «Vigencia del integracionismo de Lucas Alamán» —contenido en Latinoamérica, cultura de culturas, compilación de artículos dirigida por Leopoldo Zea y Mario Magallón y editado por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia y el Fondo de Cultura Económica, en su colección Tierra Firme, México, 2000).
Fuente: https://es.slideshare.net/…/la-involucin…
Julio C. González, profesor de Estructura Económica: Universidad de Buenos Aires / Universidad Lomas de Zamora (República Argentina).
A Proposal for Humbling Spain: Una Propuesta para Humillar a España (1711)
South American Independence or Emancipation, the Glory and Interest of England (1807)
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