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La cochinilla del carmín

La Ribera de Cartaya (España)
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Ensayo escrito en Ciudad de México por José Antonio de Alzate, Nueva España, año 1777

Nidos, capullos, filamentos, alimentación y cría de la cochinilla

 

Fig. 1. Indio que recoge cochinilla con una colita de venado. Fig. 2. Cola de venado

El nopal o la chumbera fue una de las primeras especies que llegó de América a bordo de los buques que regresaban a la Península Ibérica, planta también conocida como Tunera. Desembarcó en las costas de la España europea en el siglo XVI (se cree que entre 1548 y 1570) con un fin concreto: cultivarlas para servir de alimento a la cochinilla del carmín, empleada para producir tintes. El plan no cuajó mayoritariamente, pero la chumbera llegó para quedarse. La variedad más común, la Opuntia Ficus-indica, pronto encontró acomodo como planta silvestre, vallado natural entre lindes de terrenos, alimento de ganado con sus palas (retirándole las espinas) e incluso para consumo humano de sus frutos, los higos chumbos. Ahora cuatro siglos después de su llegada, justo una plaga de la misma cochinilla (la Dactylopius Opuntiae) amenaza con acabar para siempre con esta planta llegada desde América.

A la chumbera le bastó no más de un siglo para extenderse por España. Es una de las especies incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, del Ministerio de Medio Ambiente. Para su control se recomienda la lucha biológica con insectos como la propia Dactylopius opuntiae. En España no ha sido necesario, la propia naturaleza ha hecho su trabajo.

El ensayo «Memoria sobre la naturaleza, cultivo y beneficio de la grana» escrito en el año 1777 por el novohispano José Antonio de Alzate y Ramírez a petición del virrey Antonio María de Bucareli, para conocer los secretos de un producto de gran importancia para la Corona Hispánica. Incluye todo sobre el insecto grana cochinilla o cochinilla del carmín que se alimenta de esta planta: desde su crianza, hasta su preparación para su cambio como pigmento. Aportó datos para optimizar su producción y cuidado, lograr distinguir entre hembra y macho: conocimiento para la reproducción controlada de la cochinilla por su alta demanda para la producción del pigmento rojo, utilizado para la industrial textil de Europa. Siendo su crianza exclusiva de manos tributarias indígenas; y al ser un producto de alta demanda se incurría en su amaño, por lo cual las autoridades novohispanas impusieron penas severas a quienes incurrieran en este delito.

Una plaga sin control.

Fue en Murcia, región de España, donde se detectó la presencia de la plaga del carmín por primera vez, tal y como explica el ingeniero técnico agrónomo Rafael Pacheco. «Se detectó hace siete u ocho años» y, con la misma voracidad de la que ya hizo gala su huésped, la afectación se fue propagando al norte y al sur de esta región. Hoy, la plaga ya se ha extendido en miles de hectáreas de toda la costa e interior mediterráneo y ya está cerca de la costa atlántica de Cádiz y Huelva. Pacheco es uno de los que, en la provincia de Cádiz ha dado voz de alarma en reiteradas ocasiones. «En aquellos sitios donde ha llegado, la afectación es del 100%. Es una plaga persistente y difícil de atajar, reconoce Pacheco.

La cochinilla aprovecha las altas temperaturas para propagarse en el viento y debilita a su huésped por succión de la savia. «En esta zona, es un insecto que no tiene enemigo estudiado para su control biológico», explica Pacheco, por lo que avanza inexorable y sin control acabando con las chumberas que se encuentra a su paso. Pese a que en otras regiones mediterráneas es justo lo que se buscaba para acabar con el crecimiento descontrolado de las tunas, el ingeniero cree que la realidad española es distinta. «No es nuestro caso. En esta zona, la chumbera está controlada, integrada en la naturaleza. Forma parte de nuestro ecosistema», reconoce Pacheco. Un paisaje en el que ahora destacan arbustos de chumberas (que alcanzan hasta seis metros de alto) resecos y cubiertos de masas blancas algodonosas.

En estado salvaje, «la chumbera está integrada con el resto de especies autóctonas y sirve de refugio a fauna», relata el ingeniero. Además, los usos tradicionales de esta planta mencionados para el ganado, las lindes y sus frutos peligran ante la plaga, así como la pérdida del paisaje creado hace cuatro siglos.

Fuentes:
Chumbera: la invasora amenazada | Ciencia | EL PAÍS (elpais.com)

Memoria sobre la naturaleza, cultivo y beneficio de la grana; un documento del Fondo Correspondencia de virreyes | Archivo General de la Nación | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)

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