Historia del Café de Puerto Rico

G. Flores
/ E. Rubio 
(última actualización 09/08/2022)
El café tiene una historia profunda en las islas de Puerto Rico, en el 1718 Monsieur Gabriel de Clieux llevó del Jardín de Plantas de París dos arbolitos a la isla caribeña de Martinica y de esta isla pasó a Cuba y la Española. El fruto del café fue importado a la provincia de Puerto Rico desde La Española en el año 1736 y la industria del café continuó creciendo durante los siguientes cien años, alcanzando su punto máximo en el siglo XIX. (Gabriel-Mathieu Francois D’ceus de Clieu fue un oficial naval francés y gobernador de Guadalupe de 1737 a 1752. De Clieu es célebre por su afirmación de haber introducido el café en las colonias francesas del hemisferio occidental en la década de 1720 y su apoyo a su cultivo.)
Para aquel entonces, los gobernadores de Puerto Rico determinaron que en la isla se encontraban las condiciones climáticas y geográficas ideales para la implantación de la semilla. Inicialmente la semilla se cultivó en Coamo, pero luego se incorporó en otros pueblos montañosos. A partir de entonces, se cultiva el café en la isla de Puerto Rico, uno de los tres principales productos agrícolas de la isla, en segundo lugar a la caña de azúcar y antes que el tabaco, convirtiéndose así en una de las industrias fundamentales para el sustento, próximo a cumplir los tres siglos de presencia en la isla.
A diferencia de los cañaverales donde la mano de obra era principalmente de negros esclavos, el cafetal se caracterizó por ser su mano de obra eminentemente blanca. No obstante, el auge de la industria del café arrancó en el año 1815, cuando el Rey Fernando VII firmó la Real Cédula de Gracia, medida que le dio mayor liberación económica a la isla, y emitió decretos reales invitando a europeos católicos a emigrar a Puerto Rico, lo cual propició cambios en la industria. Muchos residentes de Córcega, una isla francesa del mediterráneo, juraron lealtad a la corona española y llegaron a la provincia durante el siglo XIX, allí se establecieron alrededor de la zona agrícola de Yauco, donde se cultivaban caña de azúcar, café y tabaco. En la década de 1860, los corsos que inmigraron a la isla en busca de mejores oportunidades (Puerto Rico era tierra que recibía migrantes, contrario a hoy día), se establecieron en las montañas y optaron por el café para procurar el sustento y hacer una vida, con ellos traían capital y familias enteras que se dedicarían a cultivar la tierra; el cultivo del café vino a ser la mejor opción para ellos, lideraban la industria del café en Puerto Rico y el café puertorriqueño se vendía en toda Europa. Con nuevas tecnologías y más trabajadores, Puerto Rico eran no sólo uno de los principales productores de café de España (Cuba, Canarias) sino que también se convirtió en uno de los productores de café más grandes de las Américas y del mundo, lo cual aunado al buen precio del café en el mercado internacional le dio oportunidad a los hacendados a producir café en grandes cantidades.
La industria cafetalera se convirtió en la empresa más importante a mediados del siglo XIX. Alrededor de 1860, la industria del café estaba en su pico y fue en ese momento cuando las exportaciones europeas comenzaron a crecer, la producción del café en Puerto Rico comenzó a observar una expansión gradual, no obstante, fue en la década de 1870 cuando emprendió un aumento acelerado en su producción y venta mundial consiguiendo que en 1890, Puerto Rico fuera el sexto lugar del mundo de mayor exportación de café. La Provincia de Puerto Rico era uno de los exportadores principales de café en el mundo (6º) y sus productos agrícolas, no sólo el café, recibían trato preferencial en el resto de España.
En Puerto Rico se hacía el mejor café del mundo, se llamaba café caracolillo, lo hacían con paño de tela y la gente se levantaba de la partida de dominó solo por el olor, eran otros tiempos. Durante este siglo, Puerto Rico disfrutó de prestigio en el mundo del café.
Historia del Café Puertorriqueño:
de la ‘Época de Oro’ a la Tarifa Dingley / Bill Hollander
Los cosecheros de la Isla, lo mismo que los de otros países productores en América, aprovechaban el aumento de los precios internacionales. La demanda cada vez mayor por el producto, junto a una reducción de la oferta de algunos de los principales países productores (Brasil, Cuba y Java), invitaban a la producción del grano. En Puerto Rico, los buenos precios mundiales se conjugaron con circunstancias locales favorables a la expansión cafetalera. Entre estas últimas, cabe destacar la abundancia de tierras fértiles y adecuadas para el cultivo, puertos habilitados para la exportación a través de toda la isla, una red de faros que cubría todas las costas de la provincia y la disponibilidad de mano de obra producto de la inmigración. Los comerciantes reaccionaron dispuestos a prestar dinero a los cosecheros, dueños de múltiples haciendas de tamaño modesto y de capital presente (no latifundios de capital ausente como en Cuba), lo cual constituyó otro estímulo para la industria local. Además, el cultivo del café tiene la virtud de poder practicarse en todo tipo de fincas y para la práctica agricultura mixta estacional. Lo mismo se presta para explotaciones campesinas, que para las estancias, haciendas o plantaciones. En la provincia de Puerto Rico prevaleció el uso mixto, alternado de cultivos, lo cual promovía tanto el empleo durante todo el año, como la producción y exportación de bienes agrícolas.
AMARGO NEGOCIO: EL CAFÉ PUERTORRIQUEÑO Y SU COMERCIALIZACIÓN (1898-1918)
Muy pronto, entonces, los cafetales, que requieren mano de obra más intensiva, dominaron los paisajes agrícolas del interior montañoso y las exportaciones puertorriqueñas, así el café se convirtió en el producto líder de la economía provincial, rebasando a la caña de azúcar que ocupaba más tierras y producía menos empleos (siembra-zafra). Ya para 1886, el valor de las exportaciones de café ascendía a los 4,7 millones de pesos provinciales y representaba el 49% del valor de las exportaciones totales de la Isla. Diez años después, las exportaciones de café reportaron 13,9 millones de pesos y constituían el 77% del valor total de lo exportado, Puerto Rico se había convertido en uno de los mayores exportadores de café en América.

Incluyen Datos Estadísticos Agrícolas: Producción, Importación, Exportación para la Provincia de Puerto Rico, Reino de España (1873, 1879, 1888, 1889, 1890*) *Recurrir al de 1890.

Datos Estadísticos: Producción, Importación, Exportación para la Provincia de Puerto Rico, Reino de España (1871, 1873, 1879)
Este proceso ha sido bautizado como la “época de oro” del café en Puerto Rico. Ciertamente, la cordillera cafetalera se convertía en el eje de la vida isleña. La actividad económica, la inmigración y la actividad política e intelectual son testimonio de la vida alrededor del “redituable” cafetal y que propiciaron el aumento poblacional, la densificación de los cascos urbanos y la promoción de proyectos como la Carretera Central, el Ferrocarril de Circunvalación y su interconexión con los puertos alrededor de la isla, para facilitar el movimiento de bienes y personas, así como infraestruturas de tranvías.
Para el 1896, la provincia de Puerto Rico logró exportar 586 mil quintales. Fuimos en aquel entonces el cuarto mayor exportador de café en América. El café, como su aroma, se introdujo en nuestra cultura, economía y tradiciones. Personas que vivían en las costas, decidieron trasladarse al centro de la isla con el objetivo de dedicarse a la industria cafetalera. Se afirma que era el café que tomaba el Papa en el Vaticano y el Rey (Reyes de España), pero sin exactitud de su marca. La calidad del café puertorriqueño jamás estuvo en duda, para el gusto europeo el café puertorriqueño era de la mayor calidad. El nombre que hace famoso a Puerto Rico es Yauco, municipio montañoso del suroeste de la isla. Se tomaba en toda Europa. Sin duda alguna, nuestro café tuvo buena aceptación y fama en el mercado Europeo.
Desde que en la isla caribeña se comenzó a sembrar café a mediados del siglo XVIII este grano de origen árabe aún continúa cosechándose, produciéndose y vendiéndose, tanto a nivel local como internacional.
Entrada al Siglo XX y Crisis Cafetalera
Lo cierto es que en 1897 el auge cafetalero llegó a su fin debido a una combinación de factores. Los precios altos que habían caracterizado los intercambios mundiales del producto cedieron ese año, debido a una situación de sobreproducción mundial. A la creciente oferta de los productores americanos (no brasileños), se sumó la renovada y colosal producción del gigante cafetalero del sur (Brasil) que saturó los mercados del producto. Ese aumento productivo coincidió con el estancamiento de la demanda, para manifestarse en una verdadera caída de los precios del grano. La crisis cafetalera del cambio de siglo afectó a los cosecheros de toda la América productora, mas en ese contexto los de Puerto Rico tuvieron problemas particulares, aún teniendo un nicho de mercado en España, Europa y prestigio como producto de alta calidad.
El Café en Puerto Rico (1935)
La clave para entender la profundidad de la crisis en este caso es el crédito en una isla frecuentemente afectada por los huracanes. El financiamiento era una de las tantas debilidades estructurales de la economía insular, aunque en el caso del café, el problema se manifestaba en forma de endeudamiento excesivo en relación a la bajada abrupta de precios. Los comerciantes habían facilitado créditos a los hacendados, y lo propio habían hecho los hacendados con los campesinos, peones y productores medianos o pequeños en general, Puerto Rico era la tierra del agricultor de pequeña escala, nada de grandes latifundios; creando una cadena de dependencia que, al momento de la crisis, desestabilizó las bases más profundas de la economía del café en la provincia, si bien la práctica extendida de alternancia estacional de cultivos contribuyó a paliar los efectos de la sobreexposición al café como producto, dándoles opciones de fuentes de ingresos para el repago. La crisis provocada por la caída de los precios pareció afectar de un modo particular a las élites productoras. Los hacendados eran los que habían contraído grandes deudas con los comerciantes durante los años de bonanza. La baja en el precio del grano los ponía en grandes aprietos a la hora de cumplir sus compromisos. Muchos de ellos fueron víctimas de la especulación excesiva en términos de los precios de la tierra y del producto en la época de auge previa al inicio de la bajada de precios del grano.
No fueron pocos los hacendados que compraron fincas a precios astronómicos en los 1890 y pidieron prestado contando con producciones que tendrían precios que les permitieran pagar sus deudas. Asimismo, los hacendados fungían como acreedores de los campesinos y estancieros, muchos de ellos sin otra posibilidad de pago que la que el valor de la tierra misma ofrecía. Y era tan poco, que para muchos hacendados el embargo de minifundios no resultaba atractivo. Sin embargo tenían la posibilidad de recibir ingresos de otras fuentes debido a que sus tierras no estaban dedicadas al cultivo exclusivo de café.

Mapa de distribución de cultivos en Puerto Rico (1899)
Mapa: distribución de cultivos en Puerto Rico preparado por Herbert Michael Wilson (1860-1920) para el Servicio Geológico de EE.UU. y publicado en 1899 en el USGS Water Supply Paper No. 32. En el mapa se muestran los cultivos principales de la isla en 1899 como el café; la caña de azúcar y los pastos; el guineo, la china, el tabaco y otros.
Para colmo, la invasión de 1898 y las intenciones ocultas de los invasores:
Desde que comenzó el conflicto por la independencia de la provincia de Cuba (en 1895), financiado y promovido por EEUU que les proveyó apoyo, armas, financiamiento y asilo en tu territorio a los insurgentes, el erario de la provincia de Puerto Rico estaba obligado a contribuir con la causa común española, en ocasiones sangrando los presupuestos insulares hasta extremos insostenibles, si bien el presupuesto de la isla al momento de la invasión contaba con un superávit. Sin embargo en 1898, la Isla fue víctima del hambre, el temor y la incertidumbre. Primero lo fue con la imposición de un bloqueo económico por parte de Estados Unidos que obstaculizaba la salida de productos puertorriqueños hacia mercados externos donde los agricultores tenían sus contactos de negocios (de la noche a la mañana los agricultores, comerciantes y demás perdieron TODOS sus clientes) y la entrada de productos de primera necesidad; luego con la aplicación unilateral de la tarifa Dingley que imponía aranceles a los productos de Puerto Rico (no sólo el café) tratándolos como extranjeros a su entrada a EE.UU., encareciéndolos y haciéndolos menos competitivos. Todo esto acabó por alterar la vida puertorriqueña en muchos aspectos.
The Puerto Rico Tariffs of 1899 and 1900.
El café de Puerto Rico pierde su trato preferencial en España tras la invasión ya que las tarifas estadounidenses a importaciones extranjeras (Tarifa Dingley) provoca represalias por parte de toda Europa. Así pues el café puertorriqueño se quedó sin mercado en el que venderse cuando los Estados Unidos le cerraron el acceso a los mercados europeos, tampoco protegieron al café puertorriqueño de la competencia del Brasil, porque los estadounidenses trataron y pusieron aranceles a la importación de los productos de la Isla a EE.UU. como productos extranjeros adrede.

Editorial de The New York Times 1903; “Él (EEUU) no ha hecho su parte para la mejora de Puerto Rico. Por ejemplo, él no ha tomado el lugar de España como comprador de los productos puertorriqueños; no ha otorgado a la isla la ayuda financiera que España ofrecía. Cuando España renunció a Puerto Rico cesó de comprar café de Puerto Rico. Ese fue el golpe más fuerte que los agricultores tuvieron que sobrellevar. Antes de la Guerra (Hispanoestadounidense), España abrió ampliamente sus puertas a los productos de la isla. España pagaba 15 centavos la libra (1 libra = 0,45kg) por el mismo café que ruega venderse en los mercados de EE. UU. hoy en día a 8 o 9 centavos (por libra). España compra ahora su café en otras partes. Tiene unas paredes arancelarias que el café puertorriqueño no puede superar.”
Después del 1899 el monocultivo de caña comenzó a apoderarse de las Tierras con la ayuda de políticas del Gobierno de EE.UU. como:
· Devaluación del 40% del valor del peso provincial puertorriqueño (pérdida del 40% de la riqueza frente al dólar) [*algunos escritos indican 60% devaluación, pérdida 40% del valor frente al dólar (no nos hace sentido, salvo que la moneda estuviese sobrevalorada 20%)]
· Cierre casi total del comercio con mercados internacionales salvo con la República Neocolonial de Cuba. (ahora dominada por EEUU)
· Usura como método racista de operación en nuevos bancos de Estados Unidos (método aún existente en ese país).
· Nuevos impuestos a la propiedad (antes inexitentes bajo la provincia) a hacendados arrinconados económicamente y la promoción de préstamos a sabiendas de la nula capacidad de repago (Bill Hollander)
U.S. Tax Imperialism in Puerto Rico
Todas estas políticas provocaron: desahucios, embargos, hambruna, miseria, hacinamiento, arrabales, desempleo y emigración. El Huracán San Ciriaco (HSC) de 1899 sólo les hizo las cosas más fácil a los invasores, HSC fue un año después de la invasión (1898) y esas políticas fueron implementadas a pesar del nivel de devastación en la Isla, los estadounidenses se hicieron de esta manera poseedores de grandes extensiones de terreno y propiedades expropiadas a los puertorriqueños, y desahuciaron a los trabajadores que previo a la invasión vivían en las múltiples fincas dedicadas a agricultura mixta de labor intensiva, al dedicar la tierra a monocultivo de caña de azúcar que necesita muy poca mano de obra, crearon una crisis múltiple, alimentaria, laboral, migratoria y de hacinamiento en la capital, así se da inicio a los grandes migraciones e insalubres arrabales, focos de pobreza, enfermedad, desempleo y miseria en los suburbios de San Juan.
A parte de esto, hay que añadir, ante el silencio de los “historiadores’ en la isla sobre este y mucho otros detalles discutidos en este escrito, que el motivo por el cual el café brasileño lograba hacerle de tal manera la competencia al café puertorriqueño no era simplemente porque el gusto del consumidor norteamericano y el del europeo eran completamente diferentes en cuestión de café, como algunos escritos pretenden minimizar, si bien es cierto que para el gusto europeo (mercado cerrado a la isla por los estadounidenses) el café de la Isla era de la mayor calidad, ya que se prefería un café fuerte (espress0) que se bebe en tacitas mientras que las preferencias norteamericanas eran completamente distintas (claro, desabrido).
El motivo, hay que recalcar, es que por razón de la Guerra Hispano-estadounidense y tras una guerra de ofertas tanto por parte de España como EE.UU. por su adquisición, puje que sólo produjo mejores condiciones y beneficios para los brasileños, Brasil cedió dos cruceros protegidos (Abreu, Amazonas), que estaban siendo construidos en astilleros ingleses, comprados apresuradamente por los Estados Unidos durante la guerra del 1898 (Rebautizados Albany, New Orleans por el US Navy) y el gobierno estadounidense debió de otorgar ciertas garantías o privilegios comerciales a Brasil por dicha cesión, entre éstos la prominencia en las importaciones y el mercado estadounidense al café brasileño, donde además cabe mencionar que los estadounidenses poseían también grandes cafetales y el que la propuesta para el desarrollo económico del régimen que gobernaba al Brasil, la República del Café con Leche, se fomentaba en el desarrollo del café, la ganadería y sus derivados y procuraron garantizarse el mercado estadounidense para su producto. Véase: Café con Leite (Lusos y Brasileños tienen un extendido historial de alianzas con los Anglosajones en contra de los intereses de los Hispanos, españoles o hispanoamericanos).

Crucero “Almirante Abreu”, Brasil. Fabricante: Armstrong, Mitchell & Co, Reino Unido. Entregado a EEUU por Brasil, su Aliado en la Guerra Hispano Estadounidense. Rebautizado “Albany”
“Brasil, en diciembre de 1896, contrata a la “Armstrong, Mitchell & Co.” para la construcción de tres cruceros, el “Barroso“, que daría nombre a la clase, el “Amazonas” y el “Abreu“.
En abril de 1897 es comisionado el primero de los cruceros, el “Almirante Barroso“. Las construcciones del “Amazonas” y el “Abreu” fue más dilatada.
En abril de 1898 se cancela la compra de las dos últimas unidades debido al desencadenamiento de la Guerra Hispano-Estadounidense. Brasil decidió dar apoyo a la armada norteamericana y para esto le vendió ambos buques.
En enero de 1899 fue lanzado el “Abreu“, ahora renombrado como “Albany” y en mayo de 1900 se incorporó a la US Navy. Su gemela “Amazonas” fue incorporada como “New Orleans“.“
La invasión y ocupación de la Provincia de Puerto Rico por Estados Unidos destruyó la otrora muy fuerte, vigorosa y famosa Industria Cafetalera de Puerto Rico y la redujo a poco menos que una sombra, tan sólo el reflejo de lo que era. De tierra de auosuficiencia, producción agrícola extendida y exportación que a su vez suplía a las Antillas Menores de ganado, carne, frutos, pieles, maderas, café entre otros, a tierra de dependencia alimentaria a importaciones. Noticias de las penurias de la economía isleña siguieron llegando durante los años siguientes a la invasión estadounidense.
Senadores Provincia de Puerto Rico, España: 1871-1898
Diputados Provincia de Puerto Rico, España: 1809-1898
El cierre del comercio marítimo, la limitación del transporte de mercancías a la exclusividad de la marina mercante estadounidense y la devaluación subsiguiente de la otrora moneda provincial (fundida y llevada a EEUU para hacer utilizarla en hacer su propia moneda) fueron medidas del gobierno estadounidense que en NADA procuraban el bienestar y la prosperidad económica de su recién adquirida colonia ni de los puertorriqueños. Al Estados Unidos, cerrarle los mercados internacionales a la Isla mostraron su afán de destruir nuestra economía y reducirla a la dependencia colonial de las importaciones de excedentes de EE.UU.
Estados Unidos NO Procuró el bienestar de los puertorriqueños al invadir la Provincia de Puerto Rico, sino el suyo propio:
¨El Negocio Ante Todo¨
Actualmente, entre los tipos de granos de café que se cosechan en Puerto Rico son: robusto por su clima, arábigo porque es más dulce, chocolatoso que impacta menos el paladar del tomador y excelsa. En contraste, Puerto Rico, a pesar de su historial cafetalero, actualmente solo produce el 30 % del café que se vende en la isla, mientras que el resto es importado. Nuestro café siendo uno de los mejores del mundo desapareció del panorama mundial y ahora es un café desconocido fuera de nuestras fronteras isleñas. Hoy día Brasil, Colombia y Honduras son los líderes de producción de café en Iberoamérica. Recientemente existen intentos de multinacionales estadounidenses para reemplazar la semilla de café local por una semilla patentada, de su propiedad y así dominar y controlar a los agricultores y al mercado de cultivo de café en la Isla.
Incluyen Datos Estadísticos Agrícultura, Comercio e Industria. Café, Azúcar, Tabaco: Reformas, Educación, Producción, Importación, Exportación para la Provincia de Puerto Rico, Reino de España[/caption
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Enlaces:
Biografía de las Riquezas de Puerto Rico
Enlaces Relacionados:
Almirante Abreu. Nuevo Premium Latinoamericano
Hambruna en Puerto Rico: Sausalito News, CA (1899)
Cartas Históricas: A. Macy a H. Keller, Porto Rico 1917
Puerto Rico: El Hambre, la Depreciación de la Propiedad, Pretensiones de los Isleños (1905)
La Deslealtad y el Desdén en el Trato de EEUU hacia Puerto Rico (1898…?)
¿Estaba Puerto Rico en taparrabos antes del 1898?
1 respuesta
[…] Flores, G. & Rubio, E. (11/28/2021). Historia del Café de Puerto Rico. Adelante Reunificacionistas. https://adelantereunificacionistas.com/2020/04/16/historia-del-cafe-de-puerto-rico/ […]